Esta semana me detuve a analizar el impacto que hay en las palabras en el crecimiento personal. Tuve la maravillosa fortuna de encontrar significados que iban amarrados a una historia de vida y a las creencias y paradigmas de cada persona.
Esto no fue una inquietud personal, es parte del proceso de facilitación que hago y que sustento con disciplinas que se han detenido a valorar la connotación de las palabras y el impacto que generan en nuestros pensamientos.
Quiero ponerte en manifiesto algunas palabras o frases que me causaron figura y que hoy pongo a tu disposición para que puedas entender el valor de las palabras y quizás, sin pretender ser ambiciosa, que te sirva de elemento de reflexión.
EMPEZAR A HABLAR EN 1ERA PERSONA. Si te detienes a escuchar una conversación contigo y otras personas, te darás cuenta que a veces generalizamos, tratando de excusarnos detrás de las multitudes. Hablar desde el yo soy, a mi me gusta, yo quiero, yo necesito, nos empuja a fomentar más la responsabilidad personal. Te has escuchado diciendo: “es que nos llega a pasar…”, “por lo general queremos…”, “no suele gustarnos….” y en general verbos que son sí en primera persona, pero ojo, son aplicables a lo PLURAL. Esta descripción tan breve y concisa que ofrece la gramática, creo que sintetiza justo lo que quiero transmitirte. Si quiero hablar de mí sentir, de mis actos, de hacerme responsable, ¿por qué excusarnos detrás de lo plural, cuando los tiempos son designados para lo SINGULAR? A caso pensamos por los otros?.
TENGO, DEBO en vez de QUIERO. Para qué o quién tienes que hacer algo que te compete a ti? Ante quién debes ser o hacer?. Cuando aprendemos a usar la palabra QUIERO, habla de una necesidad o un deseo PERSONAL propio, intrínseco. Ya lo decía el filósofo e historiador David Hume en el s.XVIII, “El deber ser es normativo, y nunca se deduce a partir del SER”. Cuando te escuches hablar de un TENGO QUE, o un DEBO DE, vale la pena preguntarte para quién está canalizada ésta fuerza que deseas inyectarle a tu acción. Es tuya, o es una norma o un valor de alguien más?
LOS TIEMPOS DEL PRESENTE, PASADO O FUTURO. No es lo mismo llevar a cabo una acción en el presente con una continuidad en el futuro, a dejar que recaiga toda la acción en el mañana. Hablar de un tiempo presente es hablar de lo que sucede hoy. Cuando comunicamos un objetivo como algo tangible y palpable con cambios desde el presente, es importante que seamos precisos en las acciones que SI estamos llevando a cabo HOY con la continuidad de seguirlos mañana. Un ejemplo es cuando actualmente estoy yendo a terapia y estoy aprendiendo una nueva manera de verme y reconocerme. Quizás aún no haya cambios contundentes, sin embargo vale la pena reconocernos que HOY ESTOY TRABAJANDO PARA X SITUACION. Cuando por el contrario depositamos el cambio en una acción posterior, es un mañana, se vuelve en el pensamiento una acción que aún no está sucediendo y que ni siquiera hemos empezado a trabajar y eso implica en el pensamiento dejar de reconocernos lo que sí estamos haciendo HOY.
Las palabras pueden ser una herramienta que no habías pensado usar a tu favor. Hoy te invito a que reflexiones en ello y sobre todo te cuestiones las palabras con las que te platicas y le platicas a los demás. Todos tenemos la capacidad de cambiar nuestra manera de expresarnos no solo con los otros, si no con nosotros mismos. Detrás de las palabras, hay mensajes con mucho sentido de vida. Vale la pena usar la gramática a nuestro favor.
Otro elemento más para tu crecimiento personal.
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